El nombre Guatemala se deriva del náhuatl: Quauhtlemallan, “lugar de muchos árboles”, pero cada vez la destrucción de bosques la aleja de esa realidad.
El país que posee gran diversidad de flora y fauna, figura en la lista de las 10 naciones más vulnerables a los efectos del cambio climático. Una de las razones es la deforestación.
El territorio guatemalteco pierde cada año 73 mil hectáreas de bosque, según un estudio realizado de 2001 a 2006 por el Conap, Inab, el Ministerio de Ambiente y las universidades Del Valle y Rafael Landívar.
“Entre menos recursos naturales hay, más vulnerable se vuelve una nación ante las catástrofes. Por eso es importante la conservación de las áreas protegidas”, asegura Igor de la Roca, de la unidad del cambio climático del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).
Las causas principales de la deforestación se deben al alto consumo de leña, el avance de la frontera agrícola, la tala ilegal, los incendios forestales, plagas y enfermedades. “Debemos colaborar para lograr un cambio”, dice el experto.
La protección
Beneficios de conservar las áreas protegidas de nuestro país:
- Agua: ayuda a mantener la calidad y duración de este líquido.
- Empleo: se generan más fuentes de empleo para la población local.
- Biodiversidad: protección de la flora y fauna y la posibilidad de extracción regulada de productos.
- Alimentación: proporcionan una base para la seguridad alimentaria.
- Valores culturales y espirituales: estos lugares contienen importantes centros sagrados, arqueológicos y construcciones históricas.
Problema de fondo
Yuri Mellini
Ambientalista de Calas
El problema de la de deforestación es de fondo, pues lo importante es saber darle buen uso al suelo. El Estado tiene gran responsabilidad, ya que afecta en lo económico, social y político. Las nuevas plantaciones y la urbanizaciones están acabando con todas estas áreas vitales para el país.
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